miércoles, 28 de mayo de 2008

El lado oscuro

Desde los Naufragios cafeteros de Errantus Aquila me entero que en El lado oscuro se pueden conseguir estas microgotas acidas y frikis producto del crossover mental de Santiago Eximeno.

Y supo Noé que el diluvio era cierto, y como amaba a todas las especies, fue una por una tomando de cada especie una pareja, macho y hembra, para salvarlas.

Y llevó Noé de cada especie dos, macho y su hembra, al arca, pues en su bondad quería salvarlas a todas. Para Noé, todas las especies tenían un valor único, todas debían ser salvadas.

Y así, cuando llegó el diluvio de cuarenta días y cuarenta noches, Noé salvó a todas las especies.

A todas, menos a los ewoks
Crossover 1:09

martes, 13 de mayo de 2008

La huella del bisonte


Héctor Torres, 2008
Editorial Norma


Desde que Gaby comenzó a frecuentar su casa, se había vuelto hogareño. Pero para llegar a eso tuvo que desandar un largo trecho de un farragoso túnel que tenía a la cirrosis hepática en el otro extremo



Por la Caracas de los años ochenta, con un boulevard de Sabana Grande recién estrenado y una Candelaria de tascas libres del hampa, pasea Mario, un guionista de telenovelas divorciado, que en plena crisis de los cuarenta decide re-encontrase con Gaby, esa hija adolescente de la que nunca fue padre.

Incapaz de recuperar los años perdidos ataca en el punto más obvio; la difícil relación con esa madre castradora (tanto de hijas como de esposos) y se presenta como el viejo pana, ingenioso y simpático, un oasis complaciente para Gaby y su mejor amiga Karla. Karla, especie de Lolita caraqueña, fantasiosa, sensual e inteligente, removerá el piso (desordenará la cueva) de Mario; será ese maravilloso y extraño ser que lo haga cambiar sus esquemas, la novedosa huella del bisonte para ese antiguo cazador que creía tener todo controlado.

Interesante historia urbana, suavemente erótica, cercana a uno en el lenguaje, en sus paisajes y en sus personajes (más de uno debe haber estudiado con una Karla o con una Gaby y muy posible que tuvo un Mario de vecino). Se lee con agrado entre el lenguaje coloquial de sus protagonistas y las curiosas y algunas veces divertidas descripciones con las que se narra el drama en que poco a poco va sumergiéndose este guionista cuarentón, drama sin intentos de convertirse en una condena moral (más bien terminamos sintiendo un poco de lástima por este hombre adulto en cierta forma seducido por una adolescente).

Hasta el más peculiar y simpático aburre tarde o temprano cuando se es quinceañero


Bonita edición de Norma, excelente portada con muy buena foto de Luis Brito pero que fastidio con esos gazapos de letras entrometidas coleadas en el texto ¿Una primera edición apurada?.

miércoles, 7 de mayo de 2008

El superviviente ganador

Superviviente

Mi ilustración para el cuento El superviviente de Miguel Ángel López, aparecida en Necronomicón 15, se ganó el Primer Premio de Editoriales Electrónicas en la categoría Ilustración.

Muchas gracias a Jorge De Abreu, editor de Necronomicón, por nominarme (casi que puedo imaginar las oscuras maquinaciones realizadas y tenebrosos encantamientos lanzados a través del océano al jurado -es largo el brazo de los seguidores de Cthulhu-, creo que va a salir caro para mi alma este premio conseguido).

lunes, 5 de mayo de 2008

The year of the cat

Debo tener más de 30 años escuchando esta canción (recuerdo que el sencillo de 45 rpm estaba en la casa, ni idea de que tenía por el otro lado) y hasta ahora no le había parado a la letra.

Y resulta que es una canción bastante interesante en la que, más allá de que los gatos son unos animales extraños e independientes y que reflejan muy bien ese entorno urbano de la pieza, nunca me queda muy claro que carajo es el "año del gato" ;).

Nota curiosa, fue el septimo disco de Al Stewart y fue producido por Alan Parsons. Sin desperdicio la pinta setentosisima de los tipos y ese aire a Supertramp.



On a morning from a Bogart movie
In a country where they turn back time
You go strolling through the crowd
like Peter Lorre.
Contemplating a crime
She comes out of the sun in a silk dress running
Like a watercolor in the rain
Don't bother asking for explanations
She'll just tell you that she came
in the year of the cat

She doesn't give you time for questions
As she's lockin' up your arm in hers
And you follow 'till your sense of which direction
Completely disappears
By the blue tiled walls near the market stalls
There's a hidden door she leads you to
These days, she says, I feel my life
Just like a river running through
The year of the cat

And she looks at you so cooly
And her eyes shine like the moon in the sea
She comes in incense and patchouli
So you take her, to find what's waiting inside
The year of the cat.

Well morning comes and you're still with her
And the bus and the tourists are gone
And you've thrown away the choice
and lost your ticket
So you have to stay on
But the drumbeat strains of the night remain
In the rhythm of the newborn day
You know sometime you're bound to leave her
But for now you're going to stay
In the year of the cat.

domingo, 4 de mayo de 2008

Al margen del cable


Roberto Arlt, 1937-1941
Editorial Losada, 2003
Introducción y notas: Rose Corral


"Una epidenia de buenos deseos infecta las naciones de la tierra. Hacia la latitud donde el espectador vuelva la cabeza no descubre sino gente que habla de paz y neutralidad, y como la gente de las naciones que propician estos principios parece estar convencida de lo que dice, todos, incluso ello, continúan armándose hasta los dientes"

El bacilo de la neutralidad en Escandinavia



Crónicas publicadas en El Nacional de México entre 1937 y 1941 por Roberto Arlt, escritor, dramaturgo y periodista porteño.

Basado en los cables que se reciben, Arlt realiza novelísticas, líricas, muchas veces barrocas, recreaciones e interpretaciones de las noticias de una manera magistral y maravillosa. Breves notas de alrededor de no más de 1000 palabras donde se detiene a comentar, en forma asombrosamente preclara, su visión de la política internacional y lo que para él era un obvio camino hacia una nueva guerra total.

Estas notas, sazonadas con sal y pimienta, describiendo paisajes nunca visitados (un puerto en Batavia, una calle en la isla Reunión, un pintoresco poblado en Alemania, la oficina de un político chino que conspira con los japoneses contra Chiang Kai-shek) son el marco de sus irónicas y lucidas críticas a los políticos y a la sociedad, también reflejados en crónicas de crímenes, delincuentes y farsantes, otras de sus predilecciones.

Al leer esta cínica narración de la muerte de un político austriaco uno casi llega a pensar que Arlt estuvo ahí:

"Y después los nazis metieron todas las balas de sus automáticas en el cuerpo de Dolfuss. Y Dolfuss, moribundo pedía confesor, y los otros, sonriendo, lo miraban desangrarse. Y Dolfuss murió sin confesión. Y subió Schuschnigg...Y Schuschnigg ahorcó a varios nazis"

Madeleine Vionnet y la marcha del tiempo



Fallecido en 1942 (un ataque al corazón con apenas 42 años) Roberto Arlt vio sus predicciones de una guerra desbastando Europa hechas realidad pero no pudo ver el fin del nazismo que también había predicho, ni como el Atlántico se acortaba acercando América y Europa a un viaje de horas(murió sin saber "para qué", tal como se preguntaba en 1938).

Tanta noticia ficcionada hace que uno extrañe en este libro un recopilador o un editor entrometido que con breves notas al pie aclare un poco el hecho ocurrido hace setenta años.

En la pila de pendientes Los siete locos y El lanzallamas, dos novelas, que al parecer son una sola, de este argentino fabulador.